Enfermedades que causan espasmos musculares

¿Qué causa la espasticidad muscular?

Cuando los músculos se contraen, se ponen rígidos o tienen espasmos involuntarios, se llama espasticidad. La espasticidad puede dificultar caminar, moverse o hablar. Puede ser incómodo y doloroso a veces.

La espasticidad ocurre cuando los impulsos nerviosos que controlan el movimiento muscular son interrumpidos o dañados. Una variedad de condiciones puede causar esto, incluyendo:

  • lesión de la médula espinal
  • daño cerebral
  • enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y la esclerosis múltiple (EM)

Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, la espasticidad puede tener algún beneficio para las personas con piernas muy débiles. La rigidez de la espasticidad puede ayudarlos a pararse o caminar. Para estas personas, el objetivo del tratamiento debe ser aliviar el dolor y mantener la rigidez necesaria para funcionar.

La espasticidad prolongada puede conducir a:

  • articulaciones congeladas
  • úlceras de decúbito
  • una incapacidad para funcionar normalmente

Haga una cita con su médico si tiene espasticidad con una causa desconocida.

Los ejercicios de estiramiento pueden ayudar a aliviar la espasticidad. Su médico puede recomendar fisioterapia o masajes. Los medicamentos recetados para la afección incluyen relajantes musculares, sedantes y bloqueadores nerviosos. La cirugía se usa en algunos casos.

Síntomas de espasticidad

Los episodios de espasticidad pueden variar desde muy leves hasta debilitantes y dolorosos. Los signos y síntomas de espasticidad incluyen:

  • tensión muscular
  • rigidez en las articulaciones
  • movimientos espasmódicos involuntarios
  • exageración de reflejos
  • postura inusual
  • posicionamiento anormal de dedos, muñecas, brazos u hombros
  • espasmos musculares
  • cruce involuntario de las piernas, llamado “tijera” porque las piernas se cruzan como la punta de un par de tijeras
  • dificultad para controlar los músculos utilizados para hablar
  • contracción muscular que limita su rango de movimiento o evita que sus articulaciones se extiendan hasta el final
  • dolor en los músculos y articulaciones afectados
  • dolor de espalda
  • dificultad para moverse

La espasticidad se puede activar cuando cambia de posición o se mueve de repente. Otros desencadenantes de espasmo incluyen:

  • fatiga
  • estrés
  • alta humedad
  • calor extremo
  • extremadamente frio
  • infección
  • ropa demasiado apretada

Su capacidad para realizar tareas normales puede verse afectada si los espasmos se vuelven demasiado frecuentes.

 

Causas de espasticidad

La causa principal de la espasticidad es el daño a las vías nerviosas que controlan el movimiento de los músculos. Esto puede ser un síntoma de una variedad de afecciones y enfermedades, que incluyen:

  • daño cerebral
  • lesión de la médula espinal
  • carrera
  • parálisis cerebral
  • esclerosis múltiple
  • esclerosis lateral amiotrófica (ELA, enfermedad de Lou Gehrig)
  • paraplejias espásticas hereditarias
  • adrenoleucodistrofia (ALD)
  • fenilcetonuria
  • Enfermedad de Krabbe

Tratamiento de espasticidad

Si la espasticidad no se maneja adecuadamente, puede provocar la congelación de las articulaciones y las úlceras por presión en la piel. Episodios prolongados pueden llevar a la incapacidad de mover su:

  • tobillos
  • rodillas
  • caderas
  • codos
  • espalda
  • muñecas

Esto puede afectar su capacidad para moverse, caminar y funcionar en una capacidad normal.

Cuándo buscar tratamiento

El tratamiento se basará en la frecuencia y el nivel de su espasticidad y la afección subyacente que la está causando. Comuníquese con su médico si:

  • usted está experimentando espasticidad por primera vez y no conoce la causa
  • su espasticidad se está volviendo más severa o está sucediendo con más frecuencia
  • su espasticidad ha cambiado considerablemente
  • tienes una articulación congelada
  • usted tiene llagas por presión o piel roja
  • su nivel de incomodidad o dolor va en aumento
  • le resulta difícil realizar tareas cotidianas

Su médico puede sugerirle terapia física o ejercicios que puede hacer en casa. En algunos casos, se puede usar un yeso o férula para evitar que sus músculos se vuelvan demasiado apretados.

Medicación para la espasticidad

Muchos medicamentos se usan para tratar la espasticidad, que incluyen:

toxina botulínica: (inyectada directamente en los músculos espásticos)
baclofeno: (relajante muscular)
diazepam: (sedante)
fenol: (bloqueador de nervios)
tizanidina: (calma los espasmos y relaja los músculos tensos)
Algunas de estas drogas pueden causar efectos secundarios incómodos tales como:

  • fatiga
  • Confusión
  • náusea

Si experimenta efectos secundarios, no deje de tomar los medicamentos por su cuenta. Consulte con su doctor

La cirugía puede recomendarse para la liberación del tendón o para cortar la vía nerviosa-muscular cuando los medicamentos y la fisioterapia no mejoran los síntomas. Permanecer bajo el cuidado de un médico y recibir un control regular de la espasticidad.

Cuidado en el hogar

Es probable que su médico o fisioterapeuta le recomiende una variedad de tratamientos de atención domiciliaria para ayudar a aliviar algunos de los síntomas de la espasticidad. Éstas incluyen:

  • Ejercicios de estiramiento para espasticidad y salud general; es posible que necesite a alguien para ayudarlo con sus ejercicios.
  • Evitando temperaturas extremadamente calientes o frías.
  • Usar ropa suelta y evitar prendas restrictivas o aparatos ortopédicos.
  • Dormir lo suficiente.
  • Cambiando de posición frecuentemente, al menos cada dos horas. Esto ayuda a evitar el desarrollo de llagas por presión si usa una silla de ruedas o permanece en la cama por períodos prolongados.