Si bien las perforaciones corporales pueden considerarse una declaración de moda o un adorno, en algunas culturas, las perforaciones corporales se consideran parte de un viaje espiritual.
Si bien las perforaciones corporales pueden considerarse una declaración de moda o un adorno, en algunas culturas, las perforaciones corporales se consideran parte de un viaje espiritual.

Si bien las perforaciones corporales pueden considerarse una declaración de moda o un adorno, en algunas culturas, los piercings corporales se consideran parte de un viaje espiritual. Los creyentes del hinduismo o medicina alternativa creen que perforar el ombligo alinea o mejora la función del tercer chakra, el plexo solar. El plexo solar controla las emociones, como la fuerza de voluntad y la autoestima, y gobierna los órganos en el torso, como el páncreas y los riñones. En este sistema de creencias, la perforación del ombligo actúa como un “guardián” para mantener la energía positiva dentro del cuerpo y evitar la entrada de energía negativa.

Historia y antecedentes de las modificaciones corporales

Las culturas de todo el mundo tienen una rica historia de modificaciones corporales que se remontan a siglos atrás. La “modificación corporal” puede abarcar desde piercings y tatuajes hasta actos más extremos como el estiramiento del cuello o el afilado de los dientes. En los Estados Unidos, las perforaciones y los tatuajes corporales son cada vez más comunes: una encuesta de 2012 realizada por Harris Interactive mostró que uno de cada cinco adultos estadounidenses tiene un tatuaje. Entre los Millennials, una encuesta de 2010 del Pew Research Center descubrió que 1 de cada 4 tiene una perforación corporal en “algún lugar que no sea un lóbulo de la oreja”.

Obtener un piercing en el ombligo

Una perforación tradicional del ombligo se encuentra en la mitad superior del ombligo. Un piercer crea una estrella o forma cuadrada al perforar los labios superiores e inferiores del ombligo junto con dos o más perforaciones superficiales en los lados del ombligo.

Pero las perforaciones del ombligo no son para todos: debe tener la “anatomía del ombligo” adecuada. La aleta superior del ombligo debe tener espacio suficiente para que la perforación se cuelgue dentro del ombligo sin presión desde la parte superior o inferior. Si no tiene espacio en la tapa superior, perforar la solapa inferior en su lugar puede ser una opción. Un perforador profesional le pedirá que se siente y se incline para determinar si un piercing en el ombligo es correcto para su cuerpo.

Si tiene un ombligo que se cierra o “guiña” cuando se sienta, la perforación no es una opción. La presión causada por la parte superior e inferior del ombligo cuando te sientas puede causar irritación en la perforación y obligar a las joyas a migrar. Los ombligos “Outie” o ombligo herniado son peligrosos de perforar. Si se produce una infección durante el proceso de curación, la infección puede viajar a los intestinos u otros órganos. Los vasos sanguíneos son prominentes en esta área y una perforación también puede causar un sangrado excesivo. Los perforadores profesionales se rehusarán a perforar “outies” por estos motivos.

Riesgos para la salud de las perforaciones en el ombligo

Una infección bacteriana en el sitio de la perforación es el riesgo más común. De acuerdo con un artículo de Northwestern Medicine publicado en el American Journal of Clinical Dermatology, alrededor del 20 por ciento de las perforaciones corporales se infectan. Otros riesgos incluyen:

  • reacciones alérgicas de la piel a las joyas utilizadas en la perforación – cicatrización – pérdida de sangre / sangrado excesivo – desgarro (si se queda atrapado en algo) – rechazo de la joyería o migración

El riesgo de una infección bacteriana es aún mayor si tiene ciertas condiciones médicas preexistentes, como diabetes o un sistema inmune debilitado o si el perforador usa un equipo no estéril. Puede reducir su riesgo asegurándose de que su piercer pertenezca a la Asociación de Piercistas Profesionales (APP). Si bien no certifica ni licencia a los extractores, alienta a los miembros a cumplir con los estándares de APP. En un salón piercing, no dude en preguntar sobre sus estándares de seguridad.

Si bien las perforaciones en las orejas o los labios generalmente se curan en aproximadamente 6 a 8 semanas, el período de cicatrización de un piercing en el ombligo es mucho más largo, de unos seis meses a un año.

Cómo cuidar un piercing en el ombligo

Revise su perforación a diario para detectar cualquier signo de irritación, hinchazón o enrojecimiento. Durante los primeros días después de su perforación, es normal que una perforación en el ombligo despida algo de secreción, pero si continúa por más de una semana, consulte a su estudio de perforación o un médico lo antes posible.

Puede reducir aún más el riesgo de infección si se cuida adecuadamente la perforación mientras cicatriza. Estos son algunos consejos para cuidar su piercing:

  • Evite tocar el sitio o las joyas, además de limpiar. – Lave la perforación y las joyas con jabón dos veces al día con la mano y séquelas con una toalla de papel. Los paños, estropajos y toallas pueden albergar bacterias y pueden atraparse en las perforaciones y rasgaduras. – Evita la limpieza excesiva; Demasiada limpieza puede irritar su piel y retrasar el proceso de curación. – No use ropa ajustada sobre o encima del piercing. Su perforación necesita oxígeno para sanar y la fricción puede causar irritación y retrasar la curación aún más. – Evite nadar en piscinas públicas o usar jacuzzis públicos ya que las bacterias transmitidas por el agua podrían ingresar al sitio de perforación. – No aplique ungüentos antibacterianos que puedan atrapar bacterias en su interior.

Cómo quitar o cambiar un piercing en el ombligo

Cuando te quites la perforación por primera vez, asegúrate de seguir algunos pasos básicos:

  1. No quite la perforación hasta después de que haya cicatrizado por completo; si no lo hace, quitarlo podría causar que el agujero se encoja o se cierre.
  2. Lávese las manos, el área del piercing y el ombligo.
  3. Gire o deslice la perforación hacia adelante y hacia atrás para asegurarse de que su piel no se haya adherido a la perforación. Si no se mueve libremente o siente dolor, debe volver a su piercer y hacer que lo eliminen.
  4. Si puede quitar la perforación sin dolor o dificultad, asegúrese de lavar el sitio de perforación Y la nueva perforación antes de insertarla.