Ecosistema natural:
La degradación ambiental es un problema importante de nuestro tiempo. Un componente básico del medio ambiente es el ecosistema.
Este artículo está destinado a proporcionar un recurso para las personas que desean aprender más sobre qué son los ecosistemas y cómo funcionan. Cuando estaba trabajando en un proyecto sobre este mismo tema, no pude encontrar ningún recurso que ofreciera una visión general básica y exhaustiva, ¡así que decidí proporcionar uno yo mismo!
En el camino, veremos:
Ecosistemas naturales vs. artificiales
Los diferentes tipos de ecosistemas naturales
Cómo funciona un ecosistema
Impacto humano
La definición de “ecosistema”
Un ecosistema es una combinación de dos palabras: “ecológico” y “sistema”. Juntos, describen la colección de componentes y procesos bióticos y abióticos (vivos y no vivos) que comprenden un subconjunto definido de la biosfera. (La “biosfera” es el área de la Tierra que contiene vida, ya sea en la superficie del planeta o en el aire).
Ecosistemas Naturales vs. Artificiales
Los ecosistemas naturales pueden ser terrestres (como un desierto, un bosque o un prado) o acuáticos (un estanque, un río o un lago). Un ecosistema natural es un entorno biológico que se encuentra en la naturaleza (por ejemplo, un bosque) en lugar de ser creado o alterado por el hombre (una granja).
Los humanos han modificado algunos ecosistemas para su propio beneficio. Estos son ecosistemas artificiales. Pueden ser terrestres (campos de cultivo y jardines) o acuáticos (acuarios, presas y estanques artificiales).
Este artículo se centra en los tipos de ecosistemas naturales, cómo funcionan y qué podemos hacer para protegerlos.
Tipos de Ecosistemas Naturales
Hay dos tipos principales de ecosistemas naturales, acuáticos y terrestres.
En los ecosistemas acuáticos, los organismos interactúan con el agua. (El prefijo “aqua” significa agua).
En los ecosistemas terrestres, los organismos interactúan con la tierra. (El prefijo “terra” significa tierra).
Ecosistemas Acuáticos
Los ecosistemas acuáticos cubren el 71% de la superficie de la tierra. Hay tres variedades diferentes, definidas por el tipo de agua en la que interactúan los organismos del sistema.
Agua dulce: este tipo incluye lagos, ríos, estanques, arroyos y algunos humedales, y constituye el porcentaje más pequeño de los ecosistemas acuáticos de la tierra.
Comunidades de transición: estos son lugares donde el agua dulce y el agua salada se unen, como los estuarios y algunos humedales.
Marina: Más del 70% de la tierra está cubierta por ecosistemas marinos (también llamados agua salada). Estos incluyen costas, arrecifes de coral y mar abierto.
Ecosistemas terrestres
Los cuatro ecosistemas terrestres se clasifican por el tipo de tierra o área terrestre en la que interactúan los organismos.
Bosque: Estos ecosistemas presentan densas poblaciones de árboles e incluyen bosques boreales y tropicales.
Desierto: los desiertos reciben menos de 25 cm de lluvia por año.
Pastizales: estos ecosistemas incluyen sabanas tropicales, praderas templadas y tundra ártica.
Montaña: los ecosistemas de montaña incluyen cambios de elevación empinados entre prados, barrancos y picos.
Cómo funcionan los ecosistemas
Energía y cadena alimentaria
La vida se basa en la energía. En la Tierra, el sol es la principal fuente de energía. Las plantas convierten la luz solar en energía química a través de un proceso llamado fotosíntesis.
Las plantas y los árboles son los productores de energía. Los herbívoros (herbívoros) y los carnívoros (consumidores de carne) son consumidores de energía. Toman la energía química de la luz del sol a través de los alimentos que comen. Con esa energía, llevan a cabo todos los procesos de la vida.
La cadena alimenticia ilustra esta relación de energía.
Cuando un insecto se come una planta, el insecto absorbe parte de la energía del sol. Si un pájaro se come al insecto, la energía se transfiere de nuevo. Cuando un mamífero, como un gato montés, se come al pájaro, la energía se transfiere una vez más. Así es como la energía fluye a través de un ecosistema.
Interdependencia global
Todos los organismos y ecosistemas en la Tierra están vinculados entre sí. Se dice que son “interdependientes”.
Los principios de interdependencia ecológica son:
Todas las especies dependen unas de otras, ya sea directa o indirectamente.
Cuando se elimina una, ya sea por extinción o para uso humano, otras especies se ven afectadas, aunque indirectamente.
El impacto de la extinción de una especie puede causar lentamente la extinción de otras especies.
Un ejemplo de estos principios es la relación entre nutrias marinas, algas marinas y erizos de mar. Cada especie depende de los demás. Los erizos de mar comen algas marinas y las nutrias marinas comen erizos de mar. Cada una de estas especies es cosechada por humanos, lo que puede alterar el equilibrio entre los tres. Cuando los humanos cazan nutrias marinas, sus poblaciones disminuyen. Cuando las nutrias marinas mueren o se adaptan al alejarse, los erizos de mar aumentan, pudiendo devorar rodales enteros de algas marinas. Si los humanos cosechan demasiados erizos de mar, pueden causar un declive en las poblaciones de nutria marina que dependen de esos erizos. En respuesta, los erizos de mar pueden rebotar en cantidades extremas, despojando al bosque de algas y desalentando el regreso de las nutrias marinas.