Piedra luna falsa:
Moonstones y ónix son dos piedras populares que a menudo se encuentran en diseños de joyas. Aunque ambas piedras pueden ser de color negro, hay poco parecido físico entre las dos. Mientras que las piedras de ónix son siempre opacas, las piedras de luna nunca son, son translúcidas o semitransparentes. Moonstones y ónix encuentran paralelismos en el diseño de joyas, sin embargo. Ambas piedras se usan en camafeos y ambas se pueden encontrar como acentos de anillos, collares, aretes y otras joyas.
El origen de Onyx
La palabra “onix” es griega para uña o garra. Según la leyenda, Cupido le cortó las uñas a Venus mientras dormía junto al río Indo. Los clavos cortados cayeron al agua y los dioses los convirtieron en piedras mientras se asentaban en el lecho del río. Estas piedras se conocieron como ónice en honor a su estado original como la uña de Venus. Lo que comúnmente se considera ónix negro es ágata, una forma en bandas de la calcedonia mineral. Las bandas de ágata aparecen en colores contrastantes, sin que ninguna piedra de ágata exista como un solo color sólido. Para crear ónix negro sólido, el ágata negra con bandas se trata con azúcar y ácido sulfúrico caliente, lo que convierte la piedra completamente negra.
Identificando Onyx
En su forma natural, el ónix negro con bandas tiene una base negra con bandas paralelas blancas en la parte superior. Sardonyx tiene una base marrón con bandas blancas, y el ónix cornalina tiene una base roja con bandas blancas. En el ónix niccolo, las bandas blancas son delgadas, casi translúcidas, lo que hace que la base negra de abajo sea visible y da la apariencia de bandas de color azul oscuro o gris en lugar de blancas. Las piedras de Onyx se pueden identificar por este patrón: un color base con bandas blancas rectas, paralelas. Existen otros ágatas con bandas blancas onduladas o concéntricas, pero estos tipos nunca se clasifican como ónice.
Una breve historia de Moonstone
La mitología hindú describe las piedras lunares cuando los rayos de la luna se solidifican. Los romanos los consideraban luna congelada. Ambas culturas, y muchas más, han vinculado la brillante piedra a los rituales asociados con las diferentes fases de la luna. Desde sus comienzos como un talismán de la suerte y la buena fortuna, el período Art Nouveau de principios del siglo 20 trajo la piedra su primera notoriedad comercial. Los diseñadores de joyas de esta época incorporaron la piedra lunar en todo, desde los clips de corbata de los hombres, las cadenas de relojes y los gemelos hasta los collares, pendientes y pulseras de las mujeres.
Identificando Moonstone
Las piedras lunares tienen una cualidad inconfundible e inconfundible: parecen brillar. Este raro rasgo le otorga a la piedra lunar un juego de color opalescente, que crea una apariencia diferente en diferentes ángulos. Este rasgo también es la mejor forma de reconocer inmediatamente una piedra lunar de todas las otras piedras. A menudo cortados en cabujones – o formas abovedadas pulidas – las piedras lunares vienen en un espectro de matices, que incluyen gris, marrón, amarillo, verde y rosa. Las piedras lunares a menudo son translúcidas o semitransparentes. Ellos nunca son opacos. La piedra lunar conocida como “ojo de gato” refleja una estrecha banda de luz blanca en forma de estrella de cuatro rayos.