remedios caseros para la tos en bebes:
Cada año, cientos de bebés y niños pequeños sufren resfriados y tos, principalmente debido a su sistema inmune débil. De hecho, en el primer año de vida, la mayoría de los bebés tendrán hasta siete resfríos.
Los niños recogen los diversos virus causantes de infección a través del contacto con una persona infectada o aire o superficies contaminados.
Algunos síntomas de resfríos y tos en los bebés son congestión nasal o secreción nasal, fiebre baja de hasta 100.4 grados Fahrenheit, estornudos, tos, pérdida de apetito, irritabilidad y dificultad para dormir.
Tratar con un niño enfermo puede ser realmente difícil para los padres y también para los cuidadores.
Como la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda no administrar medicamentos para la tos y el resfriado a niños menores de 6 años debido a efectos secundarios potencialmente fatales, lo mejor es apegarse a los métodos naturales. Los tratamientos caseros aliviarán sus síntomas y fortalecerán su sistema inmunológico.
Sin embargo, asegúrese de llamar a su médico si su hijo tiene una temperatura superior a 100.4 grados Fahrenheit y síntomas que duran más de una semana. Siempre consulte a su médico si su bebé es menor de 3 meses y tiene fiebre.
remedios caseros para el resfriado y la tos en los bebés
Estos son los 10 mejores remedios caseros para los resfriados y la tos en los bebés.
1. Baño de esponja
Para reducir la fiebre en bebés pequeños, déles un baño de agua fría o un baño de esponja para regular la temperatura corporal.
Un baño tiene el beneficio adicional de relajar a su hijo y les ayudará a dormir mejor, lo cual es esencial para una recuperación más rápida.
Para bebés pequeños, déle un baño de esponja 2 o 3 veces al día. Remoje una toallita en agua corriente a temperatura ambiente, escúrrala y esponje las axilas, los pies, las manos y la ingle para reducir su temperatura.
Otra opción es colocar una toallita húmeda y fría en la frente de su bebé y cambiarla cada pocos minutos.
Los niños más grandes pueden tomar un baño frío o una ducha.
Nota: Evite el uso de agua muy fría, lo que puede provocar que la temperatura interna del cuerpo aumente.
2. Limón
El limón es otro buen remedio casero. Siendo rico en vitamina C, el limón ayuda a estimular el sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a combatir los resfriados y la gripe.
Sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias también ayudan a reducir los síntomas, como dolor de garganta, secreción nasal y tos.
Ponga el jugo y las cáscaras de 4 limones y 1 cucharada de rebanadas de jengibre en una sartén.
Agregue suficiente agua hirviendo para cubrir los ingredientes.
Cúbralo y déjelo reposar durante 10 minutos.
Extraiga el líquido.
Diluya este líquido con la misma cantidad de agua tibia y agregue miel cruda para el gusto.
Dele a su niño esta limonada caliente para beber, unas pocas veces al día.
Nota: Para bebés menores de 1 año, agregue azúcar en lugar de miel para el gusto.
3. Miel
La miel es un remedio seguro para los niños de 1 año en adelante que están sufriendo de un resfriado común o tos. Tiene altas propiedades antibacterianas, antioxidantes e inmunoestimulantes que ayudan a aliviar la tos, aliviar el dolor de garganta y matar las bacterias que causan la infección.
Mezcle 2 cucharaditas de miel cruda y 1 cucharadita de jugo de limón. Se lo da a su hijo cada pocas horas para aliviar los síntomas.
También puede hacer que su hijo trague una cucharada de miel de alforfón varias veces al día.
Un vaso de leche tibia con miel puede aliviar la tos seca y reducir el dolor en el pecho.
Nota: Nunca le dé miel a bebés menores de 1 año, ya que contiene bacterias que pueden causar botulismo infantil.
4. Sopa de pollo caliente
Para los niños mayores de 1 año, la sopa de pollo caliente es una gran opción cuando se padece un resfriado o tos. Es ligero y nutritivo y puede ayudar a aliviar la congestión. Los antioxidantes en él aceleran el proceso de curación.
Además, la sopa de pollo mejora la función de los cilios protectores en la cavidad nasal que evitan que los contagios ingresen al cuerpo.
Un estudio de 2000 publicado en el diario Chest sugiere que la sopa de pollo contiene una serie de sustancias con actividad medicinal beneficiosa para las infecciones del tracto respiratorio superior.
Sirva a sus hijos sopa de pollo casera con pollo orgánico y vegetales, como zanahorias, remolacha y espinacas. Puede alimentar a los bebés sopa de pollo 2 o 3 veces al día.
5. Naranjas
La vitamina C en las naranjas ayuda a aumentar la producción de glóbulos blancos que combaten los gérmenes que causan el frío. También aumenta el sistema inmunológico para aliviar los síntomas, como tos, dolor de garganta y secreción nasal.
Para niños de 2 años o más, déles 1 a 2 vasos de jugo de naranja al día. Para los bebés más pequeños, diluya el jugo de naranja con una cantidad igual de agua tibia y déselo a beber a intervalos regulares.
A los niños mayores se les pueden dar naranjas para que aumenten su ingesta de vitamina C.
6. Jengibre
El jengibre es otra cura natural muy popular para los resfriados y la tos debido a sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antivirales y antitusivas (supresores de la tos).
También es eficaz para inducir la sudoración y expulsar el calor, lo que a su vez alivia la fiebre leve. Además, aumenta el sistema inmunológico para ayudar a acelerar la recuperación.
Ponga 6 tazas de agua, ½ taza de jengibre en rodajas finas y 2 palitos de canela en una sartén.
Cocine a fuego lento durante 20 minutos, luego cuele.
Agregue miel cruda o azúcar y déselo a su hijo para que beba varias veces al día. Para bebés menores de 1 año, puede diluir el líquido en agua tibia antes de dárselo.
A los niños mayores también se les pueden dar rebanadas de jengibre o dulces de jengibre para masticar.
7. Weed del obispo
La hierba de obispo, también llamada semillas de carambola, es otro remedio útil para tratar a los bebés que sufren resfriados y tos.
Sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias e inmunoestimulantes ayudan a curar los síntomas del resfriado común, como la congestión nasal, la fiebre y el dolor de garganta. También ayuda a aflojar el moco para que sea más fácil expulsarlo del cuerpo.
Hierva ½ cucharadita de semillas de carambola en una taza de agua durante 5 minutos, luego cuele. Dele a su niño a beber varias veces al día.
Alternativamente, mezcle 1 cucharadita de cada una de semillas de carambola tostadas secas y azúcar moreno. Dale esta mezcla a tu hijo dos veces al día.
Otra opción es secar 2 dientes de ajo y 1 cucharada de semillas de carambola en una sartén. Coloque los ingredientes en un paño de muselina limpio y átelo con una banda de goma. Colóquelo en la cuna o cuna de su bebé para ayudar a respirar fácilmente mientras duerme.
8. Vinagre de sidra de manzana
Para reducir la fiebre de un niño, el vinagre de sidra de manzana es un remedio altamente efectivo. Su naturaleza ácida ayuda a sacar el calor del cuerpo a través de la piel.
Remoje 2 paños en una mezcla de 1 parte de vinagre de sidra de manzana sin filtrar y 2 partes de agua fría. Escurra el exceso de solución y coloque un paño en la frente y otro en la barriga. Reemplácelos con paños recién empapados después de 10 minutos. Repita hasta que la fiebre haya caído.
Para niños mayores de 2 años, agregue ½ taza de vinagre de sidra de manzana sin filtrar al agua tibia del baño. Haga que su hijo se siente en el baño de 5 a 10 minutos. Repita si la temperatura del cuerpo aumenta nuevamente.
9. leche materna
La leche materna es importante para los niños, especialmente cuando están enfermos. Proporciona un equilibrio único de nutrientes para ayudar a sus cuerpos a combatir infecciones y recuperarse más rápido.
Los bebés menores de 6 meses deben recibir leche materna para combatir el virus que causa el resfriado o la tos. Si su bebé se rehúsa a amamantar cuando está enfermo, intente con diferentes posiciones de enfermería, preferiblemente manteniendo al bebé de pie.
10. Fluidos
Asegúrese de darle a su hijo suficientes líquidos para evitar la deshidratación, lo que puede empeorar la afección. Mantenerse bien hidratado también ayuda a diluir las secreciones del cuerpo, lo que facilita a su hijo expulsar los gérmenes y reducir la congestión.
Ofrezca soluciones de rehidratación oral (disponibles en el mercado) a bebés pequeños para ayudar a reponer líquidos y electrolitos.
Ofrezca agua tibia a los niños mayores a intervalos regulares.
Incluso puede dar té descafeinado mezclado con miel cruda a niños de 1 año o más.
También se debe dar jugo de frutas, sopa de verduras y caldos claros a los niños enfermos.
Consejos adicionales
- Coloque un humidificador de vapor frío en la habitación de su hijo para reducir la dificultad para respirar.
- Para mantener limpios los conductos nasales de su bebé, use una jeringa de goma.
- Haga que su hijo se siente en un baño lleno de vapor o que le dé una ducha tibia para mantener lubricadas las vías respiratorias.
- Dele pastillas para la tos a los niños de 4 años o más o caramelos duros sin azúcar para chupar.
- Planifique una dieta para su hijo que proporcione nutrición de los alimentos, no suplementos vitamínicos.
- Asegúrese de que su hijo duerma y descanse lo suficiente para una recuperación más rápida.
- Eleve la cabeza de su niño con una almohada extra por la noche para que la mucosidad pueda drenar.
- Elimine a su mascota de la habitación de su hijo mientras él o ella esté enfermo.
- Retire los animales de peluche y otros irritantes de la habitación de su hijo.
- Use un aerosol nasal salino o gotas para aflojar el moco seco.
- Cuide la ropa de su hijo para protegerse del frío. Camisas y pantalones de manga larga son buenas opciones.
- Haga que su hijo enfermo se lave las manos con más frecuencia para evitar la propagación de gérmenes infecciosos.
- Mantenga su hogar limpio para ayudar a su hijo a recuperarse rápidamente y evitar que se enferme.
- Mantenga a los niños en edad escolar en casa hasta que los síntomas mejoren sustancialmente.