dehiscencia
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La dehiscencia de la herida es una de las complicaciones más comunes de las heridas quirúrgicas, que implica la ruptura abierta de la incisión quirúrgica a lo largo de la sutura. Típicamente, las suturas o cierres alrededor de los bordes de la herida deben permanecer intactos, mientras que el tejido nuevo, conocido como “tejido de granulación”, comienza a formarse para ayudar a sanar la herida. Sin embargo, cuando se produce la dehiscencia de la herida, los bordes comienzan a separarse y la herida se vuelve a abrir en lugar de cicatrizar como estaba previsto.

Causas de la dehiscencia de la herida

La dehiscencia de la herida puede ser causada por técnicas quirúrgicas deficientes, como sutura inadecuada, suturas excesivamente apretadas o suturas inapropiadas. La dehiscencia de la herida también puede ser causada por un aumento de la tensión en el área de la herida como resultado de un ejercicio extenuante, levantar objetos pesados, toser, reír, estornudar, vomitar o tener dificultades para defecar. En algunos casos, la dehiscencia de la herida podría ser secundaria a una infección de la herida o una curación deficiente como se observa en pacientes con enfermedades crónicas, desnutrición o sistemas inmunológicos débiles. La dehiscencia secundaria de la herida puede ocurrir en pacientes con SIDA, enfermedad renal, diabetes mellitus y en quimioterapia o radioterapia.

Tipos de dehiscencia de la herida

Hay dos tipos básicos de dehiscencia de la herida, parcial o completa, según la extensión de la separación. En la dehiscencia parcial, solo vuelven a abrir las capas superficiales o parte de las capas de tejido. En la dehiscencia completa de la herida, todas las capas del grosor de la herida están separadas, lo que revela el tejido y los órganos subyacentes, que pueden sobresalir de la herida separada. Esto se puede ver en algunos casos de dehiscencia de la herida abdominal.

Signos y síntomas de la dehiscencia de la herida

Los signos y síntomas de la dehiscencia de la herida son claros y fáciles de identificar por el paciente y pueden presentarse como uno o más de los siguientes:

  • Herida abierta
  • Suturas rotas (sin curación)
  • Dolor en el sitio de la herida
  • Sangrado de la herida
  • Drenaje de pus y / o espumoso en heridas infectadas
  • Quién está en riesgo

Toda persona que tiene una herida quirúrgica tiene riesgo de dehiscencia, especialmente en las primeras dos semanas después de la cirugía, cuando el tejido aún está débil y no está completamente curado. Los dos factores más importantes que controlan el riesgo de dehiscencia de la herida son:

El estado de salud del paciente: el riesgo es mayor en pacientes con un sistema inmune débil, desnutrición o enfermedad médica crónica.
El procedimiento quirúrgico: el riesgo de dehiscencia aumenta con un ajuste excesivo de las suturas, una mala técnica de sutura, un sitio de cirugía inadecuado o material de sutura.
Otros factores: el riesgo es mayor con el tabaquismo, la obesidad, el ejercicio postoperatorio prematuro, el levantamiento de objetos pesados, el vómito recurrente, la tos o una dieta inadecuada que conduce al estreñimiento.

 

Tratamientos para la dehiscencia de la herida

Todos los casos de dehiscencia de heridas son emergencias quirúrgicas que requieren atención inmediata. Una dehiscencia de la herida se trata como una nueva herida, y toma en consideración la historia quirúrgica de la herida. Se considera la terapia con antibióticos utilizada para tratar al paciente, junto con cualquier infección en curso que pueda haber causado la dehiscencia. Se pueden usar antibióticos para prevenir infecciones futuras si no hubiera ninguna presente, como herida
la dehiscencia aumenta el riesgo de infección de la herida.

El desbridamiento quirúrgico se realiza típicamente para tratar la dehiscencia de la herida eliminando el tejido muerto o infectado para permitir una mejor cicatrización de la herida. A continuación, la herida debe cerrarse adecuadamente con la técnica quirúrgica y las suturas apropiadas. Finalmente, la herida del paciente debe ser monitoreada de cerca para evitar que la dehiscencia sea recidivante. Se recomienda un cambio frecuente de vendaje para reducir el riesgo de infección y, al mismo tiempo, permitir la exposición al aire para ayudar a que la herida cicatrice más rápido.

Prevención

La dehiscencia de la herida se puede prevenir tomando las siguientes medidas:

Cumplir con las instrucciones postoperatorias del médico y la medicación prescrita

Buen cuidado e higiene de las heridas (con un vendaje y limpieza adecuados según las instrucciones de su médico)

Mantener una buena hidratación y una dieta saludable (para ayudar a que la herida sane más rápido y prevenir el estreñimiento)

Evite el estrés innecesario o la tensión en el área de la herida (como levantar objetos pesados, hacer ejercicio, vomitar, toser o estreñirse)

Refuerzo del cuerpo con una mano o una almohada en el sitio de la herida puede ayudar a aliviar el estrés de la herida cuando se realiza una actividad